Si algo he aprendido del frio es que he realizado los mejores abrigos del mundo. Si algo aprendí de las sonrisas, fue saberlas contar con los dedos de la mano, si algo he aprendido de las nostalgias es recordar lo justo y olvidar lo necesario.
Si algo he aprendido de los caminos, es tomar el correcto aunque tarde siglos en llegar a mi destino. He aprendido muy rápido a echar de menos, y a la vez nunca echar de más.
He aprendido a descubrir lugares favoritos, esos lugares que nadie conoce, esos lugares que sólo son producto de mi imaginación, he aprendido a recordar que estoy viva, que he vuelto a sentir al escuchar buenos días hermosa.
Aprendí que debo saltar entre las banquetas sin importar lastimarme, sé que saltar y caer provocan heridas, así como vivir también las provocan, pero sé que las peores son las del corazón, por eso no me preocupo en seguir saltando sin parar.
He aprendido a tomar café por la noche con dos de azúcar, he aprendido que detrás de todos mis sueños existe un recuerdo, y detrás de un beso un te quiero. He aprendido que el momento más importante es el que estoy viviendo ahora. He aprendido tantas cosas de ti que hasta miedo me da olvidarlas.
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