Y así despedimos el año, con trazos hechos de madrugada... El cuarteto navideño.
19 de noviembre de 2017
10 de abril de 2014
11 de septiembre de 2013
17 de junio de 2013
5 de mayo de 2013
1 de abril de 2013
Puedo tocar el silencio
Me levanto despeinada y así me quedo el resto del día,
siempre he dicho que dejo mi cabello enmarañado para atrapar todos los sueños
que se me escaparon mientras dormía, estoy aprendiendo a mirar la vida con
otros ojos, llevando siempre conmigo una libreta llena de palabras y tachones,
tal vez así el viento no se lleva mis pensamientos, pensamientos ligeros.
He sido de las personas que sueñan demasiado, perdiéndome
por completo en mi infinita imaginación,
tengo la cabeza llena de pensamientos, podría compararla con una
lavadora centrifugando a mil por hora.
Este corazón palpita más de mil latidos por segundo, el café
hace de las suyas. “Si no existieran los cafés, muchas cosas jamás habrían sido
hechas, dichas, ni pensadas”
Debo centrarme en querer, en quererme a mi; estoy decidida a
ponerme el vestido más lindo, decidida a sonreír, a caminar más y conocer
lugares ocultos a los ojos de los demás, mis próximos lugares favoritos, compartir
aventuras con desconocidos.
Te prometí que estaría bien, pero debo de confesarte que hoy
alguien lloró mirando al cielo porque creyó haberte visto, nadie mira al cielo y nadie tiene el tiempo
para buscarte.
Todo parece tan fácil, y sin embargo no lo es, es como si
quisiera atrapar un globo con helio o un pájaro con las manos, imposible de
atrapar, terminará volando, no estoy hecha para vivir en este sitio, mi lugar
siempre ha sido el cielo, puedo tocar tu silencio y agradecerte por hacerme volar estos meses.
"Blackbird singing in the dead of nightTake these broken wings and learn to flyAll your lifeYou were only waiting for this moment to arise
19 de febrero de 2013
6 de enero de 2013
SÓLO ES CUESTIÓN DE OBSERVAR
Valentina siempre me recuerda que no debo dejar que muera mi niña interior, es tan lindo compartir cada segundo con ella, escuchar su vocecita dulce decir: Madis dame la manita para saltar juntas, ese día al escuchar sus palabras entendí y me quedó claro que el amor está en todos lados, sólo es cuestión de ser un poco observador.
26 de diciembre de 2012
EN TUS OJOS ME VI
Las horas, los minutos y los segundos se me hacían eternos para volver a verte, 1456 días (aproximadamente)
que no nos mirábamos tan cerca… Tan cerca que dolía, nos quisimos tanto,
demasiado que era difícil comenzar desde cero.
Te abrace, perdí mis brazos
en tu espalda, un abrazo que luchaba infinitamente contra el tiempo, mordí mis
labios… mis ganas de volverte a sentir entre mis brazos, congelando todo a mi
alrededor para que nadie nos viera y refugiarme en ese instante. Nos besamos
hasta saber que no todo estaba perdido, al menos para mi.
Recordamos y viajamos en el
tiempo, nos remontamos en el pasado, en cada situación que vivimos.
Fijar nuestras miradas, eso
fue lo que hicimos, 1456 días de vivir de otras caricias, tal vez por eso
disfrutamos cada momento, sabiendo que ése era el fin. El final de los finales,
nuestra despedida. El último susurro de la noche “te quiero” pero a veces no se
puede querer demasiado, lo dije… Y sonreí sarcásticamente, abrazándonos de
todas las maneras posibles.
Sí… así cómo quienes se
despiden de un camión lleno de turistas sabiendo que nunca más volverá a pasar
con las mismas personas, por la misma calle y a la misma hora, sabiendo y
recordando que no queda más que un puñado de recuerdos a olvidar.
No habrá más mensajes, no
habrá más te quiero, no habrá más primaveras, veranos, otoños y mucho menos
inviernos, NUNCA ha existido un SIEMPRE y mucho menos un AHORA, quise arañar el
tiempo, arañar cada segundo que me quedaba queriendo que fuera eterno. NUNCA
seremos más grande que el tiempo, está vez el tiempo nos venció.
Tal vez, algún día pueda que
vuelva a mirar tus ojos, tengo miedo de que no los reconozca, puede que cambie
de nombre y me dedique a amar, a escribir todo lo que viviré… Y volverme en un
olvido. Estos son sólo sueños y palabras que comienzan y terminan en ti.
Ahora soy feliz, aunque haya tenido un mal día la vida me
recuerda que tengo que hacerlo feliz.
Trato de no cepillarme el cabello, tal vez así mis cabellos largos y enmarañados
puedan atrapar los sueños y pensamientos
que salen por tus oídos.
Siempre duermo con la ventana abierta, así no me siento tan
sola, porque sé que algunos de tus pensamientos vuelan por las nubes para
colarse entre mi cama.
Sí, ya te fuiste, ahora yo comenzaré con mi búsqueda, gracias por recordarme lo que sentimos... siempre será eternamente.
24 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)