Valentina siempre me recuerda que no debo dejar que muera mi niña interior, es tan lindo compartir cada segundo con ella, escuchar su vocecita dulce decir: Madis dame la manita para saltar juntas, ese día al escuchar sus palabras entendí y me quedó claro que el amor está en todos lados, sólo es cuestión de ser un poco observador.
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