Somos asombrosos por los viernes en la noche, puedo besarte las 24 hrs del día, descansando sólo para ingerir alimento, me encanta cuando me miras y haces que me sonroje. Aún no logro guardarte en mi memoria, pero se que tu cuello sigue oliendo a ese amor temeroso, ese olor temeroso que abrazo con todas las extremidades de mi cuerpo. Estoy tramando como poder meterme un poquito en tu corazón y pienso quedarme allí el tiempo que sea necesario.
Amo caminar por las noches a tu lado, aunque muera de frío… lo único que me consuela es el saber que eres mi bufanda y guantes. Al despedirme de ti para dormir escondo mi cabeza en tu pecho y me tapo con tus brazos. Se me antoja visitar el lugar más bonito del mundo, debo confesarte que lo hago en mis sueños, en mi rincón favorito donde te encuentras tú.
En ese rincón escondemos sueños, entradas a mundos que sólo son creados por ti y por mi, nos perdemos en ellos, tratando de comernos entera la vida. Esta vez no dejaré que te escondas y me abandones en sueños.
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